Si recorrer las páginas de cualquiera de los libros que integran esa auténtica Biblioteca Mayor del género que es la Série Noire de Gallimard siempre constituye un deleite para el aficionado, aún lo es más cuando el relato escogido reúne, sin excepción, todos los ingredientes propios de un particular estilo de narrar historias que no sólo ha conseguido doblar la esquina del milenio manteniendo una relativa buena salud, sino que parece reverdecer en esta edad de hierro nuestra en la que los estantes de las librerías están tan llenos de autores aclamados como de pésimos narradores, resultando ser unos y otros las mismas personas
viernes, 4 de febrero de 2011
JAMES M. FOX – RENVERSEZ LA VAPEUR!
Si recorrer las páginas de cualquiera de los libros que integran esa auténtica Biblioteca Mayor del género que es la Série Noire de Gallimard siempre constituye un deleite para el aficionado, aún lo es más cuando el relato escogido reúne, sin excepción, todos los ingredientes propios de un particular estilo de narrar historias que no sólo ha conseguido doblar la esquina del milenio manteniendo una relativa buena salud, sino que parece reverdecer en esta edad de hierro nuestra en la que los estantes de las librerías están tan llenos de autores aclamados como de pésimos narradores, resultando ser unos y otros las mismas personas
lunes, 8 de febrero de 2010
CRÍMENES COMPILADOS - "SUPERCRIMEN" DE NOVARO
En primer lugar, la antología de relatos titulada La crema del crimen, cuya compilación estuvo a cargo de Anthony Boucher. Procede de una edición canadiense de la editorial Dell. La relación de Novaro con Dell parece que fue muy intensa durante algún tiempo, como se pone de manifiesto en el hecho de que una de sus colecciones se denomina Nova Dell. Incluye textos de autores desconocidos para mí, excepción hecha de Romain Gary que firma el que lleva por título "El humanista".
Desconozco el número total de volúmenes que formaron la colección, de manera que agradecería a quien esté en posesión de alguna información al respecto, se pusiera en contacto con Acotaciones o bien dejase su comentario más abajo, para tratar de cubrir tan imperdonable laguna.
© Acotaciones, 2010
viernes, 6 de noviembre de 2009
JAMES M. CAIN - AL FINAL DEL ARCO IRIS


Cubierta de un ejemplar de la primera edición de Rainbow's End, en la línea del más puro diseño pop de los primeros setenta. Un intento tardío y no excesivamente afortunado de James M. Cain por congraciarse con sus antiguos lectores

Cubierta desplegada de la edición de Noguer. Nuevamente el ilustrador nos es desconocido
Fotograma de The Postman Always Rings Twice (1946), en la espléndida versión de Tay Garnett, con Lana Tuner y John Garfield

© Acotaciones, 2009
lunes, 26 de octubre de 2009
WILLIAM ARD - JOURNAL D'UNE SAUTERELLE


Cubierta de un ejemplar de The Diary en edición de bolsillo, publicada por la Popular Library Paperback de Nueva York en 1953. La ilustración es mucho más prudente que otras de libros del mismo autor aparecidas posteriormente en esa misma editorial.
Aquí les dejo, con la intriga de saber como sigue un relato que tiene su punto de emoción, su tanto de intriga y, lo que siempre es de agradecer, un buen cast de chicas guapas y bien formadas que pasean sus encantos por la mansión del millonario Sr. Rebow. En la línea de lo más hard-boiled de principios de los cincuenta, The Diary rezuma el almizcle característico de los mejores relatos del género. William Ard

Cartel publicitario de la versión española de la película de Alfred Hitchcock, La soga (1948), cuya campaña de promoción dirigió William Ard, por entonces empleado de la Warner Bros.
William Ard (1922-1960) firmó algunas de sus novelas con este su nombre auténtico, aunque en muchas otras utilizó los seudónimos de Ben Kerr, Mike Moran, Thomas Wills y Jonas Ward, este último para la serie de novela dedicadas al amable protagonista de sus westerns, llamado Buchanan, a quien dedicó una amplio número de relatos. Lou Largo y Danny Fontaine fueron otros de los personajes creados por la pluma de William Ard. Trabajó como publicitario de la Warner Bros., donde asumió, entre otras, la responsabilidad de promociar la película Rope (La Soga, 1948) de Alfred Hitchcok.
© Acotaciones, 2009

SÉRIE NOIRE: WILLIAM ARD - JOURNAL D'UNE SAUTERELLE

Couverture d'un exemplaire de The Diary en format poche, publié par Popular Library Paperback de New York en 1953. L'illustration est beacoup plus prudente que celles qui vont paraître plus tard dans des livres du même auteur de la même éditorial.
Je vous quitte ici, tout en vous laissant la curiosité de connaître la suite d'un récit que tient sa dose d'émotions, un certain suspense et, qui plus est, un excellent cast de jolies filles aux curves séduisantes prêtes à répandre ses charmes dans le quatre coins de la mansion du milliardaire Mr. Rebow. Dans le style le plus hard-boiled du début des années cinquante, The Diary dégage du parfum charactéristique des meilleurs récits du genre. William Ard

Affiche publicitaire de la version espagnole du film d'Alfred Hitchcock, La Corde (1948), dont la campagne de promotion fut menée par William Ard, à l'époque employé de la Warner Bros.
William Ard (1922-1960) signa quelques romans avec son nom authentique, bien que dans d'autres il préférera d'utiliser des noms de plume tels que Ben Kerr, Mike Moran, Thomas Wills et Jonas Ward, ce dernier dans la série de récits consacrés à l'aimable héros de ses westerns, Buchanan, auquel il va consacrer un très large nombre de narrations. Lou Largo et Danny Fontaine furent d'autres personnages crées par la plume de William Ard. Avant que le succès vienne, il gagnait sa croûte comme publiciste de la Warner Bros., où il fut responsable de mener la campagne de promotion du film Rope (La Corde, 1948) d'Alfred Hitchcock.
© Acotaciones, 2009, por la traducción y el texto original

miércoles, 21 de octubre de 2009
DAVID DODGE - LE CALUMET DE LA GUERRE

Magnífica cubierta de la primera edición de It Ain't Hay (Simon & Schuster, New York, 1946). Nótese la excelente recreación de los efectos maléficos que en el consumidor inmoderado produce el humo del cannabis sativa.

Cartel de la versión española de To Catch a Thief (Atrapa a un ladrón, 1955)película de Alfred Hitchcock basada en la novela del mismo nombre de David Dodge
* * *
© Acotaciones, 2009

David Dodge
(cortesía de la página web www.david-dodge.com, creada en su memoria)
viernes, 16 de octubre de 2009
HORACE Mc COY - ¿ACASO NO MATAN A LOS CABALLOS?


Cubierta de una edición norteamericana de ¿Acaso no matan a los caballos? (Penguin-Signet Books, New York, 1948). Pocos ejemplares deben quedar de la primera edición del libro (Simon & Schuster, New York, 1935), pues no se vendieron más que 3000.
Con independencia de las comparaciones que puedan establecerse, el de Horace Mc Coy es, simplemente, un gran relato. El tratamiento de los personajes a través de un fluido diálogo, la atmósfera infernal que consigue crear, el ritmo angustioso de la narración,
QUEDAN........................................26 PAREJAS"
Pintura macabra de la sociedad norteamericana en los tiempos de la Gran Depresión, ¿Acaso no matan a los caballos? es algo más que un relato hard-boiled al uso. Es un ejercicio de pesimismo antropológico extraordinariamente reflejado por la pluma de
"(...) - ¿Porqué la has matado? -me preguntó el policía que iba sentado a mi lado.
- Ella me lo pidió.
- ¿Oíste ésto Ben?
- Es un muchacho muy servicial -dijo Ben por encima del hombro.
- ¿Es ésto lo único que puedes alegar?
- ¿Acaso no matan a los caballos?"
Es posible que nuestra sociedad, en muchos sentidos no tan lejana a la descrita en el relato de Mc Coy, requiera de lecturas como ¿Acaso no matan a los caballos? para tener, al menos, la valentía de contemplar su feo rostro en el espejo.

Cubierta de un ejemplar del nº13 de la colección "Club del Misterio",con portada de Isidre Monés e ilustraciones interiores de Julio Vivas

jueves, 15 de octubre de 2009
MIKE ROSCOE - UNE TARTINE DE DÉCONFITURE


Cartel de La môme vert-de-gris (Bernard Borderie, 1953), basada en la novela de Peter Cheyney Poison Ivy (1937), con la que se inauguró la colección "Série Noire" de Gallimard. Fue traducida en castellano como Lemmy Caution.
Tanto hubiera dado que comenzásemos por éste libro que hoy presentamos como por cualquier otro, pues el resultado hubiera sido el mismo. La gran mayoría de los títulos de la colección son novelas cuya trama relativamente compleja y ritmo narrativo trepidante hacen las delicias del aficionado. Eso sí, el uso indiscriminado, pero indispensable, del argot por parte de los autores, obliga al lector a estar familiarizado con términos tales como bourrique, came, clebs, clope, gnôle, flingue, grisbi, macchabé, nigaud, piaule, schnouf, taule, valser, zigoto, zigouiller, por citar algunas de esas sonoras, vulgares, callejeras y bellas palabras de las que la lengua de Racine esta trufada. Bajo el seudónimo "Mike Roscoe", se esconden en realidad dos

Portada de la edición en tapa blanda (Signet Books) de Slice of Hell (Crown Publishers, New York, 1954), tercera de las novelas que componen la serie dedicada por Mike Roscoe al detective Johnny April.
© Acotaciones, 2009
domingo, 11 de octubre de 2009
SERIE NEGRA

James M. Fox - Renversez la vapeur!
Me he llevado una gran sorpresa, y de las agradables, tras la lectura de la entretenidísima novela que presentamos en la entrada de hoy, obra firmada por James M. Fox (seudónimo bajo el que se oculta el nombre de su verdadero autor, Johannes Matthijs Willem Knipscheer, nacido en La Haya en 1908 y muerto en Los Angeles en 1989, quien también usó el seudónimo Grant Holmes).

Richard S. Prather - Un beau carton
En medio de un par de tediosas excursiones por la mediocridad popular-novelesca, surgió como una perla de su maltrecha aunque nacarada concha, la extraordinaria novela Everybody had a gun, titulada en su versión francesa como Un beau carton (versión castellana, Todos tenían una pistola), joya del entretenimiento económico debida a la soberbia pluma del recientemente fallecido escritor norteamericano Richard S. Prather.

Terry Stewart - La soupe à la grimace
¿Terry Stewart? Suena demasiado anglosajón. Lo cierto es que el autor francés Serge Arcouët no se rompió demasiado la cabeza a la hora de elegir un seudónimo para escribir novelas. Sin embargo, consiguió lo que quería: escribir relatos de lo más hard boiled, siguiendo la estela de los grandes autores norteamericanos como La soupe à la grimace.

Lawrence Block - The Girl with the Long Green Heart
El escritor norteamericano Lawrence Block nos presenta en The Girl with the Long Green Heart, recientemente reeditado en la colección "Hard Case Crime", aunque por desgracia todavía inédito en castellano, a un estafador recién salido de la cárcel que recibe la visita de otro profesional para proponerle un buen negocio. Entonces, una mujer se mezcla en sus asuntos e inevitablemente las cosas empiezan a ir peor...

James M. Cain - El cartero llama dos veces / El estafador
El cartero (siempre) llama dos veces (The Postman Always Ring Twice, Alfred A. Knopf, New York, 1934) destacó desde su publicación por levantar una gran polvareda en los medios literarios y entre los propios lectores. No descubriríamos nada si dijéramos que estamos ante una novela de las que merecen ser leídas no una sino varias veces a lo largo de la vida.

Margaret Millar - Sólo monstruos
Una mujer desubicada en un remoto rincón de los Estados Unidos, un esposo insatisfecho que vive condicionado por el recuerdo de su padre fallecido en accidente y por la presencia autoritaria de su madre, configuran, junto a una familia mexicana que vive en el rancho y unos temporeros que atraviesan clandestinamente la frontera, un brillante cuadro objetivo de la sociedad rural del sur de California a finales de los años sesenta.

James M. Cain - Al final del arco iris
En el plano literario, Al final del arco iris presenta afinidades, por la linealidad y la concreción argumental de la trama con obras de autores coetáneos, como ¿Acaso no matan a los caballos?, de Horace McCoy. El estilo es directo, pero no descarnado, como consecuencia acaso de que esta novela fue escrita en 1975 cuando el género había sufrido ya considerables transformaciones.

Sjöwall y Wahlöo - La habitación cerrada
En la novela que hoy comentamos, el inspector de la sección de homicidios de la policía nacional Martin Beck regresa al trabajo después de una forzosa convalecencia tras haber sido gravemente herido de bala en Un ser abominable, narración que precede en el tiempo La habitación cerrada.

William Ard - Journal d'une sauterelle
En Journal d'une sauterelle (The Diary, 1948), de el autor estadounidense William Ard, el atractivo detective Timothy Dane se ve envuelto en una compleja trama político-criminal que gira en torno a la desaparición del diario íntimo de la hija de un potentado que pretende hacer su entrada en la política postulándose para el cargo de gobernador.

David Dodge - Le calumet de la guerre
Detectives de ficción ha habido muchos, pero pocos han sido ciertamente los elegidos para ingresar en el panteón de los personajes eternos. En este caso, James "Whit" Whitney, criatura del escritor norteamericano David Dodge, seguramente yace olvidado junto a su inventor en algún rincón del cementerio de la bella ciudad de San Miguel de Allende, en el estado mejicano de Guanajuato.

Horace Mc Coy - ¿Acaso no matan a los caballos?
De esta pulp fiction escrita por el autor norteamericano Horace Mc Coy (1897-1955) se ha dicho en numerosas ocasiones que no se trata sino del relato de un reality show avant la lettre. Sin embargo, esta obra cardinal de la literatura popular norteamericana no es más que una pintura a lo vivo del desgarrador paisaje humano de la "Gran Depresión" que, desde otra perspectiva, abordara John Steinbeck en su obra Las uvas de la ira.

Mark Roscoe - Une tartine de déconfiture
Bajo el seudónimo "Mike Roscoe", se esconden en realidad dos investigadores privados, John Roscoe y Mike Russo, que en Une tartine de déconfiture (Slice of Hell, 1954) desarrollan una de las cinco aventuras que constituyen la serie de novelas dedicadas al personaje de Johnny April, detective de Kansas, inspirado en la figura del inmarcesible Mike Hammer.