jueves, 5 de mayo de 2011

LA EXTRAORDINARIA AVENTURA PULP DE DIÓMEDES DE PEREYRA


Diómedes de Pereyra, El valle del sol, Araluce, Barcelona, 1934

En su vagaroso caminar, tan alejado de las sendas batidas de la literatura convencional, la vida de un lector de folletines está llena de hallazgos sorprendentes. Tan sorprendentes e inesperados como el que hoy les traigo, ni más ni menos que un producto cultural al que me atrevo a calificar de único.

martes, 3 de mayo de 2011

FRAGMENTOS DE UNA BIBLIOTECA POPULAR HACIA 1950


En recuerdo de Sisinio Martínez, mi tío, gran aficionado a los toros y ávido lector de novela popular, con el afecto de su sobrino, a quien no llegó a conocer

Curiosidades de un tiempo ya pasado para unos, objetos de colección para otros, materia de investigación para estos, fetiches nostálgicos para aquellos, refugalla en forma de papel -finalmente- para la mayoría, las novelas populares tienen por encima de todo una gran virtud que casi nadie les podrá negar.

lunes, 28 de marzo de 2011

EL DOMINIO DEL ÁTOMO

Mr. America, Vol. 1 No. 1, Enero de 1953
(Imagen procedente de Men's Adventure Magazines)

Los visitantes asiduos de Acotaciones saben bien que en este blog tenemos por norma hablarles de viejos libros y revistas hechos de papel de pulpa, en los que Fantasía, esa deidad voluble y caprichosa, no siempre acostumbra a presentarse de la mano de esa otra pariente suya, no se si cercana o lejana, que lleva por nombre Realidad.

miércoles, 16 de marzo de 2011

ISIDRE MONÉS, EL ÚLTIMO MOHICANO DEL PULP ESPAÑOL


Hace algunas semanas tuvimos el privilegio de recibir la visita en Acotaciones del pintor e ilustrador catalán Isidre Monés (Barcelona, 1947), a cuyo excelente trabajo habíamos dedicado hace tiempo un pequeño espacio con motivo del artículo consagrado a la colección “El Club del Misterio” de la editorial Bruguera, de la que fue autor de la mayoría de sus portadas.

viernes, 4 de marzo de 2011

DEVOTOS DE UN ARTE MENOR

Para El Abuelito, que estará ahora leyendo un folletín o extasiado ante el cinematógrafo mientras respira la atmósfera deliciosamente viciada de su Desván

¿Qué estamos realmente haciendo -me pregunto yo- quienes dedicamos desde hace años todo o parte de nuestro tiempo a caminar como fantasmas por los polvorientos corredores de esta casa desolada cuya silueta triste se proyecta en los arrabales de la cultura convencional?