La primera de ellas, la serie “azul” (numerada con el I romano acompañado de la cifra del título en caracteres arábigos), incluía títulos de viajes y aventuras principalmente encuadradas dentro de los subgéneros del western y asimilados (novelas del Gran Norte), la aventura colonial o de acción en sentido amplio. No hay un autor predominante, pero podemos destacar, entre otros, a William Byron Mowery, que obtuvo gran éxito a partir de su aparición en el primer número de la serie, "El ruiseñor del Noroeste", Max Brand o Rex Beach. Del popularísimo Zane Grey solo aparecería un título (el I-2 "Lluvia de Oro") ya que la editorial Juventud poseía los derechos sobre este autor, que aparecería en la colección popular "La Novela Azul", competencia directa de la serie azul. Ésta se detuvo en julio de 1936 en el número I-44 ("El siete de diamantes", de Max Brand). El número I-45 ("El tesoro de Sierra Madre", de Bruno Traven) fue anunciado, pero nunca llegaría a publicarse. Tras el conflicto, la serie azul continuará publicándose, pero intercalará su aparición con los títulos de la serie amarilla en numeración corrida, ambos bajo la denominación común de “Biblioteca Oro”. El último número con tapas azules, el 287 ("Horizontes perdidos", de James Hilton), aparecerá en 1951.

La segunda, la serie “roja” (numerada con el II romano igualmente acompañado de la cifra del título en caracteres arábigos), corresponde principalmente a títulos de autores de novela histórica, capa y espada o folletín. El británico Rafael Sabatini es, sin duda, el autor estrella de esta serie y el que cuenta con mayor número de títulos (dieciseis en total), seguido por Alejandro Dumas. La serie se detuvo en el número II-38 ("Españoles en California, de Jackson Gregory) que se publicó tras el conflicto, en 1941, cediendo a partir de entonces el uso exclusivo del color rojo característico de su encuadernación a la “Colección Molino”, que ya venía utilizándolo desde julio de 1934.

La tercera, la “serie amarilla”, es sin ningún género de duda la más importante de todas. Y ello por varias razones. Primero, por contar con un mayor número de lectores, lo que obligó a realizar tiradas mayores que en las otras series, así como reimpresiones de algunos títulos tras la guerra. Segundo, por la frecuencia de aparición de los títulos, superior a la de las otras. Tercero, por el prestigio y la indiscutible calidad de muchos de los escritores que aparecieron en ella. Algunos, ya consagrados como Edgar Wallace, G. K. Chesterton o E. Phillips Oppenheim, vieron muchas de sus obras publicadas en la colección. Muchos, que por entonces eran valores en alza, se ofrecieron por primera vez al público en castellano gracias a la “Biblioteca Oro” (es el caso de Wyndham Martin, Valentine Williams, S.S. Van Dine, Agatha Christie, Erle Stanley Gardner o Rex Stout).Un reducido número tuvo pocas, pero estelares apariciones, como Abraham Merrit, David Hume o Barnaby Ross. Entre el elenco de autores famosos no puede dejarse de citar a Sax Rohmer, ya que la Biblioteca Oro" incluyó entre sus números de preguerra nada menos que cuatro títulos de la serie del Doctor Fu-Manchú. Finalmente, la serie amarilla merece ser destacada por su longevidad, pues no desaparecerá hasta 1956, convirtiéndose así en una de las de vida más larga en el contexto de la novela popular española.

© Acotaciones, 2009