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viernes, 28 de agosto de 2009

LA BIBLIOTECA ORO DE LA EDITORIAL MOLINO

De muchos es sabido que la “Biblioteca Oro” fue la colección popular más importante de su época. Durante más de dos décadas constituyó la referencia indiscutible del sector, contando por añadidura con el fondo editorial más amplio. Hasta la forzosa salida de España de Molino a causa de la guerra, la “Biblioteca Oro” constó en España de tres series numeradas independientemente e identificadas cada una de ellas por un color propio. Así, desde 1933 a 1936 (1934 a 1936 para la serie roja), la “Biblioteca Oro” ofrecía al lector, primero decenal y, más tarde, semanalmente, tres títulos a la vez.



La primera de ellas, la serie “azul” (numerada con el I romano acompañado de la cifra del título en caracteres arábigos), incluía títulos de viajes y aventuras principalmente encuadradas dentro de los subgéneros del western y asimilados (novelas del Gran Norte), la aventura colonial o de acción en sentido amplio. No hay un autor predominante, pero podemos destacar, entre otros, a William Byron Mowery, que obtuvo gran éxito a partir de su aparición en el primer número de la serie, "El ruiseñor del Noroeste", Max Brand o Rex Beach. Del popularísimo Zane Grey solo aparecería un título (el I-2 "Lluvia de Oro") ya que la editorial Juventud poseía los derechos sobre este autor, que aparecería en la colección popular "La Novela Azul", competencia directa de la serie azul. Ésta se detuvo en julio de 1936 en el número I-44 ("El siete de diamantes", de Max Brand). El número I-45 ("El tesoro de Sierra Madre", de Bruno Traven) fue anunciado, pero nunca llegaría a publicarse. Tras el conflicto, la serie azul continuará publicándose, pero intercalará su aparición con los títulos de la serie amarilla en numeración corrida, ambos bajo la denominación común de “Biblioteca Oro”. El último número con tapas azules, el 287 ("Horizontes perdidos", de James Hilton), aparecerá en 1951.




La segunda, la serie “roja” (numerada con el II romano igualmente acompañado de la cifra del título en caracteres arábigos), corresponde principalmente a títulos de autores de novela histórica, capa y espada o folletín. El británico Rafael Sabatini es, sin duda, el autor estrella de esta serie y el que cuenta con mayor número de títulos (dieciseis en total), seguido por Alejandro Dumas. La serie se detuvo en el número II-38 ("Españoles en California, de Jackson Gregory) que se publicó tras el conflicto, en 1941, cediendo a partir de entonces el uso exclusivo del color rojo característico de su encuadernación a la “Colección Molino”, que ya venía utilizándolo desde julio de 1934.





Reseña en "La Vanguardia" del viernes, 23 de diciembre de 1933, del primer número de la Serie Amarila de la "Biblioteca Oro", de la Editorial Molino. (Hemeroteca de "La Vanguardia" (http://hemeroteca.lavanguardia.es/)

La tercera, la “serie amarilla”, es sin ningún género de duda la más importante de todas. Y ello por varias razones. Primero, por contar con un mayor número de lectores, lo que obligó a realizar tiradas mayores que en las otras series, así como reimpresiones de algunos títulos tras la guerra. Segundo, por la frecuencia de aparición de los títulos, superior a la de las otras. Tercero, por el prestigio y la indiscutible calidad de muchos de los escritores que aparecieron en ella. Algunos, ya consagrados como Edgar Wallace, G. K. Chesterton o E. Phillips Oppenheim, vieron muchas de sus obras publicadas en la colección. Muchos, que por entonces eran valores en alza, se ofrecieron por primera vez al público en castellano gracias a la “Biblioteca Oro” (es el caso de Wyndham Martin, Valentine Williams, S.S. Van Dine, Agatha Christie, Erle Stanley Gardner o Rex Stout).Un reducido número tuvo pocas, pero estelares apariciones, como Abraham Merrit, David Hume o Barnaby Ross. Entre el elenco de autores famosos no puede dejarse de citar a Sax Rohmer, ya que la Biblioteca Oro" incluyó entre sus números de preguerra nada menos que cuatro títulos de la serie del Doctor Fu-Manchú. Finalmente, la serie amarilla merece ser destacada por su longevidad, pues no desaparecerá hasta 1956, convirtiéndose así en una de las de vida más larga en el contexto de la novela popular española.

Parte central de la historia de la cultura popular escrita de nuestro país, la "Biblioteca Oro" tuvo en su “serie amarilla” el instrumento principal de su éxito. Centrada en el género policíaco, es testigo de la evolución del mismo a lo largo de la primera mitad del siglo XX. Tan solo hay que acercarse a esta serie para comprobar el enorme camino recorrido por el género desde un Phillips Oppenheim o un Wallace hasta una una Anne Hocking, un Michael Gilbert o una Ngaio Marsh, pasando por el éxito abrumador de los creadores de algunos de los detectives de fama imperecedera, como S.S. Van Dine (Philo Vance), Agatha Christie (Hercule Poirot), Rex Stout (Nero Wolfe) o Erle Stanley Gardner (Perry Mason). Aunque particularmente centrada en autores anglosajones -como es lógico dado el predominio casi total de éstos en el género al que se consagraba- la “Biblioteca Oro” también incluyó autores en otras lenguas -como los franceses Yves Fougères e Igor Maslowski, los italianos Augusto de Angelis y Ezio d'Errico, o el checo Paul Fidrmuc (alias "Ostro", agente de la Abwehr durante la segunda guerra mundial)- y en ella hicieron sus primeras armas algunos de los autores españoles que eclosionarían a finales de la década de los cuarenta y principios de los cincuenta, como José Mallorquí (traductor habitual de Molino) o Jaime Ministral.

En su primera época, hasta el estallido de la guerra civil, la “serie amarilla”estará numerada con el III romano acompañado como en las otras series por el número de cada título en caracteres arábigos. El conflicto le sorprenderá con el número III-64 en los quioscos. En 1939, con el número III-65 se retoma la publicación en España tras el fin de la guerra con numeración seguida a los de preguerra. Así, se publicarán los números III-66, III-67 y III-68, para publicarse seguidamente, con el número 107 (se pierden los romanos porque se fusionan las series amarilla y azul, aunque conservando su respectivo color, como se ha dicho) una reedición del número III-66. Con fecha de 15 de agosto de 1941 sale el número 110 y con fecha de 15 de septiembre de ese año el número 113. Como se puede ver, hubo números "perdidos". Ello quizá se debiese a la necesidad de realizar ajustes con la numeración Argentina, ya que se distribuyeron en España ejemplares de la colección impresos en ese país. A partir de ese número, la colección seguirá numerando sus títulos con regularidad hasta su extinción, con la excepción de los números 128, 129, 130 y 131 que nunca fueron utilizados, por razones que al que esto escribe le son desconocidas.


Las alegres vacaciones de verano en compañía de la “Biblioteca Oro” anunciadas por Molino se convertirían en tres largos años, trágicos y desgarradores para nuestro país.

Tras su regreso a España, Molino continuará publicando en Argentina , donde la “Biblioteca Oro” no numerará separadamente las series, sino que incorporará indistintamente títulos “azules” y “amarillos” en una sola numeración, como más tarde se haría en España. Entre 1936 y 1940 aparecerán 110 títulos, todos ellos publicados previamente en nuestro país. La colección continuará publicándose en el país austral durante la siguiente década. A su regreso a la patria, en 1940, la editorial catalana incorporará a la colección nuevos títulos y autores, manteniendo, como se ha dicho, ambas series con sus respectivos colores, pero intercalando los títulos en numeración corrida. El declive de la serie azul comienza aquí, aunque no desaparecerá totalmente de la “Biblioteca Oro” hasta el número 287. La “serie amarilla” verá su fin en 1956 coincidiendo con la aparición del número 344 ("Los trabajos de Hércules" de Agatha Christie), es decir, más de veinte años después de que el primero de sus títulos viera la luz. No así la “Biblioteca Oro” que continuará apareciendo durante bastantes años más, hasta 1976, prolongándose casi hasta nuestros días merced a la longevidad de su prima hermana "Selecciones de la “Biblioteca Oro”, colección en formato de bolsillo (cuadrado) que venía apareciendo desde 1945. Puede decirse, no obstante, que con el último número de la “serie amarilla” de la “Biblioteca Oro” se pone virtualmente fin a la era del pulp en España y a un capítulo fundamental de la cultura popular de nuestro país.


© Acotaciones, 2009


viernes, 10 de julio de 2009

DON PABLO MOLINO Y EL SECRETO DE LA ETERNA JUVENTUD

A lo largo del último período de lo que suelo llamar "vacaciones profesionales", es decir, semanas de trabajo en países más o menos exóticos, casi siempre lejanos y escasamente desarrollados, quise aliviar la presión del momento poniendo por escrito el sumario de algunas deudas pendientes. De vuelta a los cuarteles, en este caso de verano, como quien tira una moneda al aire, consideré que valía la pena echar un vistazo a las andanas de la zona más popular de mi biblioteca antes de tomar una decisión. El caso es que mi mirada se detuvo en unos anaqueles que sostenían varias filas de libros cuyos lomos, de llamativo color rojo, parecían querer atraer mi atención. A su lado, unos pocos compañeros vestían la impudicia de su tela inglesa (u holandesa, que también por ese nombre es conocida) con unas guardas, por fortuna conservadas, en cuya lomera aparecían, en mayúsculas, las iniciales "EJ". Los más aficionados con toda seguridad ya lo han adivinado, se trataba de la colección "Obras Maestras" de la barcelonesa editorial Juventud, con su casi gemela "Novelas Modernas". De éstas pasé inmediatamente a su popular, que no populachera, hermana "La Novela Azul" y de ella a los pocos ejemplares que poseo de su ilustre predecesora, la colección "Aventura". Al darme la vuelta, me topé con la estantería en que descansan plácidamente los provectos ejemplares de la "Biblioteca Oro", de la editorial Molino. Juventud... Molino... duelo de titanes. ¡Pero cómo no pude haber caído antes! ¡Y yo me considero un aficionado al misterio! La idea estaba clara... ¡El secreto! ¡Hablaría del secreto!

Comencemos por el principio. Allá por el año 1923 se funda la editorial Juventud, pero a los efectos de nuestro negociado de hoy la fecha importante es 1925. En efecto, en aquel año, Juventud lanzará la importante colección "Aventura" (no se confunda con "La Novela de Aventuras", de la editorial Iberia, ni con "La Novela Aventura", de Hymsa), que pasará a la historia de la novela popular española por muchas razones, entre ellas por el hecho de haber sido quien publicara las buscadísimas obras del ingeniero y contable Jesús de Aragón, autor entre otras de 40000 kilómetros a bordo del aeroplano "Fantasma" , o por haber tenido como portadista e ilustrador a Longoria, artista de gran estilo. Casi al mismo tiempo, la editorial de la calle Provenza ofrecerá al lector la colección "Grandes Autores", mayoritaria, pero no exclusivamente, compuesta por obras de James Oliver Curwood, Peter B. Kyne y Zane Grey. Ambas seguían la estela de éxito de "La Novela Rosa", con la que se había dado a conocer la editorial en el segmento de la novela popular. Estos comienzos de la editorial son tratados con profusión y detalle en la primera parte de la magnífica tesis doctoral que lleva por título Les edicions infantils i juvenils de l'editorial Joventut (1923-1969) de la que es autora Mónica Baró Llambias, de la Universidad de Barcelona y cuya lectura recomiendo vivamente (está disponible en la web de esa universidad) ya que se trata de una contribución excepcional en medio de un panorama, como el español, en el que la literatura popular como sujeto científico se halla en la más absoluta incuria. Más tarde, en 1934, Juventud lanzará al mercado una nueva colección "La Novela Azul", inspirada tanto en el nombre como en la presentación de sus portadas y, hasta cierto punto, en sus contenidos, en el célebre magazine norteamericano "Blue Book". "La Novela Azul" entrará en competencia con la "Biblioteca Oro", de Molino, lanzada tan solo un año antes. Particularmente con su serie "Azul" (siempre el azul), pero también con la serie "Amarilla", pues al lado de los mencionados Curwood, Kyne y Zane Grey, figurarán importantes firmas del género de misterio, como Leslie Charteris o Edgar Wallace. A diferencia de la colección de Molino, "La Novela Azul" no seguirá publicándose después de terminada la guerra.

Aunque a ambas colecciones les separan ciertos detalles, el mercado al que se dirigían era esencialmente el mismo. El público que compraba en los quioscos "La Novela Azul" se encontraba un ejemplar con una sola novela, al igual que su competidor, pues Molino no comenzaría a introducir complementos hasta después de la guerra, momento en que tuvo que recurrir a textos que no alcanzaban a cubrir los seis pliegos que formaban la publicación. En ambos casos las cubiertas eran a color, pero la de Juventud era de papel más grueso. En el interior, más diferencias. Juventud usaba papel de mayor gramaje y las ilustraciones de interior estaban a dos tintas. Finalmente, el precio de "La Novela Azul" fue, desde el principio, ligeramente superior: una peseta contra los noventa céntimos de la "Biblioteca Oro". Juventud optó por añadir a los números corrientes (cuarenta y nueve en total) dieciocho números extraordinarios, entre ellos tres "tarzanes", que incluían el soberbio "Tarzán en el centro de la Tierra". En suma, detalles que acaso pudieron influir en el hecho de que, tras el conflicto, "La Novela Azul" dejara de publicarse. Pero hay algo más que detalles. A la hora de comparar ambos proyectos editoriales y analizar su salida al mercado español de la novela popular en los años treinta es preciso tener en cuenta lo siguiente. En primer lugar, que Don Pablo del Molino fue accionista al cincuenta por ciento de la editorial Juventud desde 1932, año en que le son traspasadas las acciones de su madre, Doña Concepción Mateus, fundadora de la editorial junto con los dueños de la Sociedad General de Publicaciones, Julio Gibert y José Zendrera. A partir de ese momento Don Pablo pasa a ser subdirector de Juventud, con el señor Zendrera como Director. En 1933, Don Pablo se separa de la sociedad para fundar la suya propia con el éxito que ya conocemos. Todas estas informaciones son citadas por Mónica Baró a partir de los contenidos, hoy desaparecidos, de la web de la editorial Molino. No obstante ello, la entrada "Editorial Molino" de Wikipedia, firmada con las iniciales de Luis Antonio del Molino Jover, ofrece idéntica información, pero amplía los detalles en torno al origen de la separación, tras el traspaso de las acciones de Doña Concepción:

"Esta asociación se mantuvo durante unos años con sus altos y bajos, pero finalmente se rompió por la insistencia de Pablo del Molino en hacer un tipo de novela más popular que la que estaba haciendo en aquellos momentos Juventud. Finalmente, en 1933, Julio Gibert propuso en un arbitraje que la familia Zendrera comprara las acciones de los Molino y que éstos se separaran y pusieran su propia editorial, en la que publicaron sus primeros libros en el último trimestre de 1933 en que dieron comienzo sus actividades."
Hasta aquí, las autorizadas palabras del último de los Molino vínculado a la administración de la empresa (la editorial fue vendida en 2004 al grupo RBA) que vendrían a confirmar el hecho de que Juventud terminó por seguir los pasos de su antiguo accionista, después de haber rechazado sus ideas al respecto del mercado potencial existente para una nueva colección de novela popular en el formato pulp que poco más adelante tendría tanto éxito. Al margen del testimonio ofrecido por Don Luis Antonio del Molino sólo podemos hacer conjeturas al respectoEn primer lugar ha de tenerse en cuenta que Juventud contaba con bastante experiencia en el formato popular con "La novela Rosa" y con la colección "Aventura", cuyo precio, que no figuraba en todas las portadas, era relativamente asequible (una peseta), pero que ciertamente estaba todavía anclado en la filosofía del folletín, ya que muchos de los títulos estaban serializados en dos y hasta en tres entregas. "La Novela Azul", ofrecerá, como hemos dicho, una novela completa en cada entrega y el precio, de nuevo una peseta, figurará ostensiblemente en la portada. Como quiera que fuese, la idea de las tres series, una imitando a los "gialli" de Mondadori, otra al "Blue Book" y una tercera, en realidad la que llevaba el número uno, en un color rojo que causaría confusión con la "Colección Molino" y desaparecería tras la reunificación, era sencillamente brillante. Al diseñar tres productos en la misma colección se hacían economías de escala (maquetado, impresión, distribución). Al estar "personalizados", diríamos hoy, no se harían la competencia unos a otros (Mondadori lo sabía bien). Finalmente, en lugar de una, se venderían tres o cuatro novelas en un corto espacio de tiempo, dependiendo de la periodicidad, primero deecenal, luego quincenal, más tarde mensual.

No se si todo esto estaba en la cabeza de Don Pablo y no les entraba en la suya a sus socios en Juventud. En todo caso, la idea de un nuevo formato editorial, que creaba a su vez un nuevo mercado, es probable que estuviera algo más que flotando en las oficinas de la calle Provenza, como también es probable que en la separación tuviera que ver asimismo el hecho de que los "altos y bajos" a los que hace referencia Don Luis Antonio habían alcanzado entonces un nivel por encima de lo aceptable para las partes. Una sóla cosa es cierta, la separación se produjo y Don Pablo dio en la diana, batiendo no sólo a Juventud sino también a otro fuerte competidor, la también barcelonesa Hymsa, que saldría asimismo a finales de 1933 con "La Novela Aventura" de la mano de Sintair y Steeman, Simenon y los distintos autores que daban vida a Sexton Blake, entre otros. Y digo batiendo sin tener datos objetivos sobre la mesa, ya que en la época no existían cifras oficiales de difusión, aún menos para este mercado. Tan sólo me baso en el número de ejemplares que han sobrevivido de unas y otras colecciones, cuya relación para el período 1933-1937 es aproximadamente de tres a uno a favor de la "Biblioteca Oro", si bien es cierto que Molino mantenía tres series bajo esa denominación. En suma, aquél día de 1933 debió de ser una jornada dura para ambas partes, pero sin duda marcó un hito en la historia de la cultura popular hispana.

Don Pablo dio en la diana y de paso se llevó consigo el secreto de la eterna... juventud.



© Acotaciones, 2009

sábado, 2 de mayo de 2009

BIBLIOTECA ORO (ESPAÑA - SEGUNDA SERIE, AMARILLA Y AZUL 267-281)

Números 267 al 281

267 W.A./R.F. Barber/Schabelitz - El dibujo acusa al asesino

268 Jud Keller - Grogan y su estrella (AZ)

269 Rex Stout - Sobre mi cadaver

270 Agatha Christie - Pleamares dela vida

271 Jose Da Natividade Gaspar - El misterio de los trece condiscípulos

272 Erle Stanley Gardner - El caso de los dados falsos

273 C.S. Roadway - La casa de la viuda

274 Helen McCloy - La cena de las verdades

275 Sidney Marshall - La dama del coche azul

276 Anne Hocking - Las víctimas juegan

277 Peter Field - Tres forajidos (AZ)

278 J. Lartsinim - El caso de la grafología

279 Amelia Reynolds Long - El misterioso Dr. Devereux

280 Rex Stout - Hebras rojas

281 Jerome Barry - La cuna del gato


















BIBLIOTECA ORO (ESPAÑA - SEGUNDA SERIE, AMARILLA Y AZUL 297-311)

Números 297 al 311




297 Helen Reilly - La casa de los acantilados

298 Anthony Webb - Crímenes junto al río

299 Stuart Palmer - Desaparecieron cuatro

300 J. Lartsinim - La pista de los actos fallidos

301 Edward Philips Ronns - Terror en la ciudad

302 Alfred Tirard - Pantanos

303 Anne Hocking - Crimen en el mediterráneo

304 Agatha Christie - La señora McGinty ha muerto

305 Anthony Gilbert - Asesinato a domicilio

306 Hammond Innes - Puente aéreo

307 Frances Crane - La villa de los cipreses negros

308 Anthony Gilbert - El asesino de mujeres

309 J.J. Connington - Nueve soluciones para un problema

310 Olivier/Igor B. Sechan/Maslowski - Acaba de desaparecer

311 Gordon Ashe - Matar o morir





















BIBLIOTECA ORO (ESPAÑA - SEGUNDA SERIE, AMARILLA Y AZUL 282-296)

Números 282 al 296

282 Agatha Christie - La venganza de Nofret

283 John Ferguson - La ruta secreta (AZ)

284 Yves Fougeres - Pactos con la muerte

285 J. Lartsinim - El doctor no recibe

286 Erle Stanley Gardner - El caso del socio silencioso

287 James Hilton - Horizontes perdidos (AZ)

288 Todd Downinig - Buitres en el cielo

289 Yves Fougeres - La arena empapará la sangre

290 Jose Da Natividade Gaspar - El misterio de los cuerpos sin luz

291 A.A. Fair - Un accidente que trae cola

292 J. Lartsinim - Sencillamente una cinta de máquina

293 Anne Hocking - La anciana señora Fitzgerald

294 Agatha Christie - Matar es fácil

295 A.A. Fair - Hay que cerrar las ventanas

296 Agatha Christie - Se anuncia un asesinato