¡NUEVO! BIBLIOTECA ORO ROJA nº 27, COLECCIÓN MOLINO (I) nos. 19 y 23, MAUCCI VIAJES Y AVENTURAS nº 6

BREVES: HOUELLEBECQ, ROLIN, BEIGBEDER, FARGUES

Michel Houellebecq, Extension du domaine de la lutte, Éditions J'ai Lu, Paris, 1997 (nº4576)

Las controvertidas opiniones de Houellebecq sobre la sociedad occidental contemporánea no han penetrado excesivamente en nuestro país. Seguimos viviendo, me parece a mí, de espaldas a la cultura francesa, una cultura que no pasa, ciertamente, por sus mejores momentos, pero que destaca lo suficiente respecto de la mediocridad del resto como para que le sea prestada mayor atención. Al margen del valor intrínseco que tiene el sostener posturas difíciles, por lo escasamente conniventes con la inteligencia oficial, la disposición tardía a la literatura de Houellebecq le hace merecedor de una cierta consideración. Es el paso del tiempo, unido a una indudable honestidad intelectual, lo que permite al autor desvincularse de las machaconas consignas y las falsedades apriorísticas que sofocan el panorama creativo actual, generando un vivificante malestar entre sus contemporáneos. Houellebecq es un inesperado best seller que no se casa con nadie, o con muy pocos. El personaje de Extensión du domaine de la lutte está hecho trizas, es una mierda y es consciente de ello. Houellebecq termina de dar la puntilla a la falacia existencialista, tritura lo que queda del estructuralismo y se embarca en una crítica incondicional del modelo neocapitalista liberal que no le conduce a otro resultado que el de constatar la existencia de un sólo principio al que el individuo puede asirse con cierta seguridad, la afirmación de su propia individualidad. Teoría en extremo característica de civilizaciones en abierta decadencia. Por ello y por mucho más, no se puede pasar por alto este libro.


Michel Houellebecq, Plateforme, Éditions J'ai Lu, Paris, 2002 (nº 6404)

En esta sociedad actual, donde hasta el más pelado se puede permitir unas vacaciones (por llamarlas de alguna manera) en un "todo incluído" al otro extremo del mundo, vivir para ganar dinero y gastar dinero para vivir es la principal consigna. La clase media de los países occidentales rebosa de neurasténicos más o menos chiflados que acuden cotidianamente por miles a Thailandia y otros destinos parecidos en busca de no se sabe muy bien qué. Es decir, huyen de su lamentable presente para intentar redimirse al calor de playas exóticas, de dudosos cócteles especiados y de más que previsibles placeres nocturnos, con el fin de tratar vanamente de deshacer sus complejos o de ahuyentar sus demonios familiares. Houellebecq fue quizá el primer escritor en dar en el clavo, abordando con considerable éxito de ventas estos asuntos. Es una verdadera lástima que en Plateforme, su nivel estilístico no corra parejo con su originalidad.


Jean Rolin, Terminal Frigo, Gallimard, Paris, 2007 (Folio nº 4546)

Relato de viajes en clave documental en el que autor nos muestra lo que queda de los grandes astilleros y puertos comerciales franceses tras la reconversión y el abandono de muchos de ellos. Una crónica amarga llena de paisajes y escenarios más que aptos para el desarrollo de una buena novela policíaca. Pueden pasarse unas horas junto a él si no se dispone de mejor compañía.







Frédéric Beigbeder, 99 francs, Gallimard, Paris, 2007 (Folio nº 4062)

Novela que diera fama a uno de los autores contemporáneos en lengua francesa más leídos. Desprovisto de la huella psicoanalítica de Houellebcq, Beigbeder aborda con crudeza, como éste, el tema del éxito (y con mayor intensidad aún, del fracaso) personal y profesional en la sociedad contemporánea, desde la perspectiva de un ejecutivo del mundo de la publicidad. Estilo directo y descarnado, lleno de referencias explícitas a las miserias físicas y morales del ser humano, característico de la narrativa francesa de principios del siglo XXI. Ha de leerse si se quiere conocer hasta qué punto la literatura contemporánea se encuentra huérfana de escritores que sean capaces de marcarle un rumbo.


Nicolas Fargues, Rade Terminus, Gallimard, Paris, 2005 (Folio, nº 4310)

No se dejen engañar por el entorno exótico en que esta novela está ambientada. La isla de Diego Suárez, en Madagascar, no es sólo un astroso rincón del océano índico en el que se dejan caer unos pocos aventureros, cooperantes y profesores de la Alianza Francesa, más o menos desubicados, incapaces o hartos de llevar una vida ordenada en la neocapitalista Francia metropolitana. Diego Suárez es un trasunto de la Thailandia a lo Club Med tratada por Houellebecq en Plataforme, un lugar donde uno apenas sabe cómo llega y no tiene la menor idea de cómo puede terminar saliendo.


[Las obras de Michel Houellebecq han sido publicadas en castellano por Anagrama. Esta misma editorial ha sacado a la venta la edición española de la obra 99 Francs de Frédéric Beigbeder, con el título de 13,99 Euros, siguiendo las últimas ediciones de Gallimard.]

1 comentario:

El Abuelito dijo...

..."la existencia de un sólo principio al que el individuo puede asirse con cierta seguridad, la afirmación de su propia individualidad". NO se me ocurre ninguna otra posibilidad,la verdad, más coherente...