¡NUEVO! BIBLIOTECA ORO ROJA nº 27, COLECCIÓN MOLINO (I) nos. 19 y 23, MAUCCI VIAJES Y AVENTURAS nº 6

NAVIDAD CON WALDO DE LOS RÍOS

En este tiempo de Navidad afloran por momentos los recuerdos, ya lejanos, de la infancia. Vienen a la memoria fragmentos de unas Navidades infantiles en las que la ilusión por la venida de los Reyes Magos con sus regalos portando la etiqueta "Hecho en España" se mezclaba con la fascinación por la televisión, que reservaba parte de lo mejor de la producción de Prado del Rey para esas fechas. Algunos de esos programas especiales de Navidad contaban con la presencia de un personaje singular, un director de orquesta que no solía llevar batuta y con el que la música clásica sonaba difrente. Se trataba del músico argentino Waldo de los Ríos (Buenos Aires, 1934 - Madrid, 1977), quien según reza su biografía más o menos oficial fue alumno de Ginastera y compañero de estudios de Piazzola. Hijo de la folklorista Martha de los Ríos, Waldo (Osvaldo Nicolas Ferrara era su verdadero nombre) pronto destacó como intérprete al piano y, siguiendo el camino iniciado por su madre, realizó en su país grabaciones del folklore argentino y sudamericano incorporando como novedad la utilizacion de algunos instrumentos eléctricos y de moderna percusión. Su éxito le llevó a los Estados Unidos donde realizaría algunos trabajos para el sello Columbia.

A principios de los sesenta se trasladó a España donde se consagraría como director de orquesta, arreglista y compositor de canción ligera. El elenco de cantantes que interpretaron sus temas incluye a lo más granado de la España de los sesenta y primeros setenta. Raphael, Karina, Miguel Ríos, Julio Iglesias y Camilo Sesto se cuentan entre los intérpretes de sus canciones. Pero Waldo de los Ríos pasará a la historia, para bien o para mal, sobre todo por sus particulares arreglos de fragmentos de obras de los grandes clásicos. El disco con su versión de la Sinfonía nº 40 de Mozart llegaría a ser número uno en las listas españolas y de varios países extranjeros. Sus apariciones en televisión le hicieron famoso. Quizá la "performance" más conocida sea la interpretación del último movimiento de la 9ª Sinfonía de Beethoven unida a la voz de Miguel Ríos, quien alcanzaría con esta interpretación el estrellato para más tarde desarrollar su carrera como autor y cantante de rock.

Muchos coinciden en que la deriva de Waldo de los Ríos desde la creación original hacia el aborrecible pastiche de los clasicos se debió a su inclinación hacia la buena vida, facilitada por el millonario contrato exclusivo que el artista tenía con el sello Hispavox. No todos los artistas, por más que estos sean de talla, saben escapar a los encantos del lujo y la adulación. Ese fue el caso de Waldo de los Ríos, quien reconocería después que sus arreglos de piezas clásicas no le llenaban en absoluto, algo bien comprensible, y que nunca hubiera cometido semejantes atentados con los músicos a los que amaba, entre los que se contaban Ravel y Bartok. La prueba está en que tuvo al alcance realizar un pastiche con una de las obras más populares de la música clásica, el Bolero de Ravel, y por suerte nunca lo hizo. Entre sus grabaciones más deplorables se cuenta el disco titulado "España electrodinámica", paradigma del mal gusto, que incluía horrísonas versiones de piezas populares españolas, como el pasodoble "Islas Canarias" o "Los cuatro muleros".

En el otro lado de la balanza destaca, afortunadamente, el bello "Concierto para guitarra criolla", incluido en un disco que se completaba con la interpretación bajo su dirección de piezas de autores como Ginastera, Tárrega o Villalobos, con Ernesto Bitetti a la guitarra y la Orquesta de Conciertos de Madrid. El concierto incorpora algunos elementos que apuntan a la atonalidad aunque, en esencia, se trata de una obra dentro de los cánones de la ortodoxia. Fue autor, asimismo, de bandas sonoras para el cine y televisión. La de la película "Pampa Salvaje" es meritoria, así como la de la serie televisiva española "Curro Jiménez", recientemente elegida por los aficionados como la mejor de todos los tiempos, elección en la que sin duda ha tenido algún peso la excelente partitura de Waldo de los Ríos.

En 1977, año de su muerte, parece ser que Waldo de los Ríos venía atravesando una profunda depresión. Casado con la actriz uruguaya Isabel Pisano, que luego ejercería el periodismo, ésta se hallaba en Roma desde hacía algún tiempo cuando recibió la noticia de que su marido se había disparado en la cabeza con una escopeta de caza. Ya no habría ninguna otra "Navidad con Waldo de los Ríos".



2 comentarios:

fredy de los rios dijo...

soy Alfredo de los ríos y creo que hay un parentesco con Waldo quiero me ayuden a establecer la relación familiar yo vive en Coatzacoalcos Ver mexico y soy directo de orquesta tambien

fredy de los rios dijo...

mi face es Fredy de los ríos me gustaría confirmar el parentesco con Waldo de los ríos se los agredecere toda la vidaespero algún familiar cercano a el me ayude o su esposa me ayuden gracias