Al incansable buhonero Andrés Porcel,
vindicador, como yo, de aquellos tiempos
en que leer y soñar eran una misma cosa.
Con gran afecto.
Si la venerada y venerable Biblioteca Oro constituía ya a mediados de los años treinta un verdadero éxito de ventas, el olfato editorial de los hermanos Molino no dejó por ello escapar la oportunidad de aprovechar el tirón que el cine comenzaba a ejercer sobre los espectadores hispanos para llevar a sus colecciones algunos de los éxitos del celuloide americano. Esta práctica no era nueva en la casa, ya que desde 1935, Molino explotaba la que era probablemente la mayor y mejor franquicia cinematográfica de aquel tiempo. Me refiero, claro está, a la producción animada de Walt Disney, el ratón Mickey, presentada bajo la cabecera del mismo nombre en forma de cuadernillo grapado donde, junto a las historietas del célebre ratón, aparecían otras como la traducción de Terry and the Pirates de Milton Caniff, Jungle Jim de Alex Raymond o adaptaciones de clásicos de la aventura como Julio Verne, ilustradas por nuestro Emilio Freixas.
Ch. Nordhoff/James N. Hall - Hombres contra el mar, B. Oro III-36 y La isla de Pitcairn, B. Oro III-37 (Portada de Juan Pablo Bocquet)
Pero el título o, mejor dicho, los títulos que traemos hoy a colación son los que conforman la trilogía del Motín de la "Bounty", una obra de Charles Nordhoff y James Norman Hall que obtuvo un éxito extraordinario merced a su adaptación cinematográfica, obra de Frank Lloyd, ganadora del óscar a la mejor película en 1936.
Dos carteles de la película dirigida por Frank Lloyd, ganadora de un óscar en 1936
Charles Laughton, Clark Gable y Franchot Tone encabezaban el elenco de actores de esta gran producción de la Metro Goldwyn Mayer. Previamente, en 1933, Charles Chauvel había realizado una adaptación con el título In the Wake of the Bounty. Con el número III-35 de la serie roja aparecíó en 1936 Rebelión a bordo (Mutiny on the Bounty, Little Brown and Co. , Boston, 1932), primera parte de la obra, a la que seguirían consecutivamente los números III-36, Hombres contra el mar (Men Against the Sea, Little Brown and Co., Boston, 1934) y III-37, La isla de Pitcairn (Pitcairn's Island, Little Brown and Co., Boston, 1934).
Portada y contraportada de la edición de Molino de 1962, ilustrada con fotogramas a color de la versión dirigida por Lewis Milestone, en la que se reunían las tres novelas en un solo volumen
Más tarde, en la década de los cuarenta y cincuenta, los tres títulos aparecerán en diferentes ediciones dentro de la colección Famosas Novelas, de la misma editorial, para regresar en la década de los sesenta, con una espléndida edición de las tres novelas en un solo volumen en tela con sobrecubierta a color (1962), coincidiendo con una vez más con la aparición de una nueva versión cinematográfica de la Metro Goldwyn Mayer dirigida por Lewis Milestone y protagonizada por Marlon Brando, Trevor Howard y Richard Harris.
Charles Laughton visto por Bocquet para la edición de Molino en la colección "Famosas Novelas"
Basado, se dice, en hechos reales, el primer volumen relata la singladura de la Bounty por aguas del Pacífico en busca del árbol del pan, y en él se describen los acontecimientos que conducen a la rebelión de una parte del equipaje, liderada por el sobrecargo Fletcher Christian, como consecuencia de la severa aplicación de las leyes del mar por el capitán Bligh.
Bocquet en una poco afortunada portada de Hombres contra el mar para la edición de "Famosas Novelas"
En la segunda entrega se narra la epopeya de los marineros que, junto a Bligh, han de superar la dura prueba de viajar durante meses a bordo de la lancha en la que han sido abandonados por los sublevados.
Nuevamente Bocquet en la portada de la última de las entregas de la trilogía (colección "Famosas Novelas")
El tercer y último libro cuenta cómo parte de los sediciosos, bajo el mando de Fletcher Christian, termina por establecerse en la isla de Pitcairn junto a los polinesios que viajan con ellos. Allí forman una colonia interracial de la que nada sabrá el mundo hasta que el buque Topaz arribe a sus costas dieciocho años después, para comprobar con estupefacción la existencia de tan extraña comunidad, gobernada por Alexander Smith, último superviviente de los amotinados.
Portada de la primera edición inglesa de Rebelión a bordo (Little Brown and Co., Boston, 1932)
Sin duda uno de los libros de aventuras más fascinantes que he tenido ocasión de leer, la Trilogía de la Bounty reune en si misma los tres elementos esenciales sobre los que se ha venido construyendo el género desde que comenzara a tomar forma en la obra de los precursores Daniel Defoe y Fenimore Cooper: acción, exotismo y contraposición del bien y del mal. A ellos se añaden arquetipos y contextos propios del género: hombres valientes que abordan desafíos imposibles, caracteres endurecidos por el infortunio y los azares de la vida, escenarios en que la naturaleza es bella al tiempo que hostil... Están presentes también algunos que la novela de aventuras comparte con otros géneros, como el afloramiento de pasiones desbordadas y la presencia de elementos costumbristas, y faltan otros, como la ciencia y la técnica presentada alternativamente como aliado o enemigo del ser humano. No obstante ello, la Trilogía de la Bounty representa una suerte de culminación del proceso de construcción de un género que, con distintas variantes, fue consolidándose a lo largo del siglo diecinueve para iniciar paulatinamente su declive en el cambio de siglo y dar paso finalmente a un renacimiento vigoroso merced a nuevas formas de expresión artística, apoyadas, en particular, en el cine y la televisión.
Aspecto de la "Bounty" en el filme de 1962, recogida en la edición de Molino. Este barco ha sido utilizado después en varias películas, entre ellas, la conocida "Piratas del Caribe"
Marlon Brando junto a la bella tahitiana Tarita, su tercera esposa, a quien conoció en el rodaje de "El motín del Bounty"
2 comentarios:
Muy de agradecer... ahora precisamente me disponía a leer las crónicas del juicio contra los amotinados, y el diario del Capt. Bligh a bordo de la chalupa... los publicó hace tiempo la editorial Juventud, en su colección de bolsillo, si no conoce la edición le pasaré los datos, que hoy día con Iberlibro.com es más fácil localizar incunables de los que nos gustan...
Altés, emocionado estoy por tan inesperado regalo. Incansable buhonero, no sé, pero sí incansable lector de Acotaciones... Mi comentario lo envío en palabras ajenas y mucho mas cualificadas que las mias. Te emplazo a leer (aunque con tu francés lo harás en el original) los párrafos que Proust dedica al recuerdo de sus lecturas en la página 108 de la edición de Alianza de bolsillo del volumen I de En busca del tiempo perdido.
Allí están magistralmente evocados los tiempos en que leer es soñar.
La primavera parece que por fin quiere empezar. En Mayo, una paella en la playa de Valencia te espera. Gracias.
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