jueves, 15 de abril de 2010

PULP MAGAZINES DIGITALMENTE RESTAURADOS: ABRIMOS NUESTRA COLECCIÓN A DESIDERATA


A comienzos del siglo pasado, agotado ya el modelo del penny dreadful y la dime novel, que fueran tan exitosos durante la segunda mitad del XIX, la industria del entretenimiento popular en los Estados Unidos  -en menor medida, también en algunos países europeos- estuvo íntimamente ligada a la publicación de novelas baratas cuyas llamativas y coloridas portadas tenían por misión atraer al lector con la promesa de ofrecerle un rato agradable en su compañía. La coincidencia en el formato, en la extensión y, sobre todo, en la materia de la que estaban hechas sus páginas, determinaron que fuesen bautizadas como pulp magazines, denominación general  por la que hoy todavía las conocemos. En unión de la radio y del cine, que acababa justamente de abandonar su forzoso silencio para cobrar nueva vida merced a la incorporación de la banda sonora, las pulp magazines constituyeron un tándem imbatible en materia de entretenimiento popular durante los años de la Gran Depresión, primero, la Segunda Guerra Mundial, más tarde, y, finalmente, los felices años de la postguerra. Ahí comienza su lento declive, bajo la amenaza de nuevas y poderosas formas de cubrir el tiempo de ocio, en particular, el cómic y la televisión, y como consecuencia de la evolución de los gustos del consumidor de novelas, claramente inclinado desde finales de los cuarenta al nuevo formato de bolsillo.


Tan grande fue, no obstante, su impacto en la cultura popular estadounidense que algunos de los personajes surgidos de la imaginación de los escritores de pulp fiction sobrevivieron incluso al propio producto, pasando a constituirse en franquicias de primer nivel dentro de otros soportes (cómic, cine, radio y televisión). Tarzán, Hopalong Cassidy, La Sombra, Fu-Manchú, Doc Savage, Mike Hammer, Sam Spade, Conan o Charlie Chan, por citar tan solo algunos, ya son por derecho propio miembros ilustres del Olimpo de la novela popular norteamericana y universal. Como lo son sus autores: no olvidemos que de sus páginas han salido maestros, de la pequeña y de la gran pluma, de la talla de Edgar Rice Burroughs, Robert Howard, Zane Grey, Dashiell Hammett, Horace Mc Coy, Seabury Quinn, Arthur C. Clarke, Isaac Asimov y tantos otros que, por si solos, han vendido más libros -y, por lo tanto, ocupado más horas de lectura- que todos los grandes autores de la literatura con mayúsculas juntos. Además, de todos ellos, quiéranlo o no confesarlo, han aprendido muchos de los autores contemporáneos cuyos libros vemos en los estantes de las tiendas.


Hoy la tinta de sus páginas ya no está fresca y el color del papel con que están hechas se halla oscurecido por efecto de la luz, de la humedad y, sobre todo, por el paso inexorable del tiempo. Pero gracias a los avances de la técnica y, por encima de todo, a ese sentimiento desbordante e inaprehensible del ser humano que es la nostalgia, podemos de nuevo acceder masivamente a su lectura y disfrute. En efecto, la restauración digital de pulp magazines y otras manifestaciones de la novela popular, aunque todavía en sus balbuceos, comienza ya a dar síntomas de una considerable pujanza. Como ocurre con el coleccionismo, el fenómeno se manifiesta con mayor vigor del otro lado del Atlántico, pero estamos seguros de que pronto encontrará seguidores en España, al igual que ha ocurrido con el comic. Desde Acotaciones queremos contribuir modestamente a este revival del pulp extranjero y de la novela popular nacional compartiendo nuestro esfuerzo y el de los muchos maestros restauradores de los Estados Unidos y del Canadá que, desde hace algunos años, vienen trabajando en esta línea. Gracias a todos ellos de antemano por su dedicación y magnífico trabajo.


Hemos comenzado así a producir algunas entradas en las que, al tiempo que se indica el lugar donde los restauradores comparten sus archivos, procuramos también introducir tanto al recién llegado como al aficionado veterano en diferentes aspectos de las publicaciones concernidas.  Desgraciadamente, en ocasiones los links al lugar de alojamiento subidos por el autor no están ya disponibles, se han perdido o, simplemente, son difíciles de volver a encontrar. Por ello, nos hemos decidido a ofrecer a los lectores de Acotaciones una lista de los pulp magazines restaurados digitalmente que figuran en nuestra colección, lista que iremos actualizando a medida que nuevos números pasen a formar parte de ella.

La manera más sencilla de solicitar alguno de los archivos (.cbr, .cbz., .rar, .zip, .pdf) que figuran en dicha lista es formular sus desiderata a través de un comentario a esta entrada. Allí se les responderá lo antes posible solicitando que envíen un correo electrónico a la dirección que figura en la casilla CONTACTO del encabezado del blog.


La razón no es otra que la de agrupar las peticiones con el fin de organizar el trabajo, ya que el tiempo que el administrador tiene disponible es, desgraciadamente, limitado. Las peticiones recibidas en el apartado de comentarios serán atendidas de varias maneras. Bien enviando a la dirección de correo del peticionario el link cuando éste estuviera disponible, bien enviándole un correo con el/los archivo/s adjuntos siempre que se factible. En determinados casos también se verá la forma de enviar un CD-ROM a la dirección que se indique.

NO SE TRATA DE UN SERVICIO COMERCIAL, CARECE DE VALOR CONTRACTUAL Y NO IMPLICA GASTO ALGUNO

Tan sólo consiste en una atención con los amigos lectores de Acotaciones que, por supuesto, trataremos de realizar de la manera mejor y más rápida posible, aunque Acotaciones no se compromete a atender en todo momento los pedidos.

Agradeceremos, por supuesto, cualquier colaboración de vuestra parte para aumentar el fondo disponible.

Esperando poder atender vuestras peticiones,

Saludos de Acotaciones


© Acotaciones, 2010

martes, 13 de abril de 2010

ADVENTURE (92/4 15/06/1935) Y SEA STORIES (18-6 08/1929)


Adventure, 15 de Junio de 1935 (Vol. 92 No. 4)
Restauración digital por Darwination


Sea Stories, Agosto de 1935 (Vol. 18 No. 6)
Restauración digital por Darwination

En vísperas de poder publicar una segunda entrega de material digitalizado de procedencia hispana, seguimos recorriendo, ciertamente un poco al albur de nuestras preferencias y del material que nos va llegando, lo mejor del pulp norteamericano. Ya era hora de que fuésemos entrando en uno de nuestro géneros favoritos: la novela de aventuras. Para ello, nada mejor que el número que presentamos del magazine Adventure, calificado por muchos expertos como la revista canónica en la materia. Como consecuencia del éxito alcanzado por Argosy, Adventure nació en 1910 de la mano de Ridgway Co. buscando cautivar a un público ansioso por evadirse gracias a la lectura de relatos cuyo contenido rebosaba de exotismo, peligro y coraje. En definitiva, de aventura, como su propio nombre indica. A lo largo de sus más de sesenta años de vida en los que estuvo en manos de otras dos empresas editoras (el último número de Adventure vió la luz en 1971), este magazine de formato pulp -que abandonaría más adelante para adoptar el más modesto de letter y, en su última época, el de digest- ofrecía unas magníficas portadas con calidades superiores a la media tanto en términos técnicos como artísticos. Por sus páginas pasaron autores de la talla de Henry Rider Haggard, Harold Lamb, Rafael Sabatini y, como no podía ser de otro modo, uno de los monarcas del género, Talbot Mundy (seudónimo de William L. Gribbon), al que encontraréis en este número con la novelette titulada "La promesa de Cleopatra".

Como complemento del número de Adventure ofrecemos una soberbia entrega de Sea Stories, un pulp magazine de la todopoderosa Street & Smith aparecido por primera vez en 1922 bajo la cabecera Sea Stories Magazine, que durante su relativamente corta vida -se dejará de publicar en 1932, cuando ya había aparecido como Excitement y College Stories- ofreció algunas de las mejores portadas de temas marinos que pueden contemplarse, como la que ilustra la entrega que hoy ofrecemos. Las historias que pueden leerse en el interior no son, para ser sinceros, de lo mejor que ha pasado por mis manos, pero representan apropiadamente a los miles de esforzados autores que pasaron por los pulps magazines durante su Edad Dorada de los que hoy ya nadie se acuerda... ¿o si? pues, ¿quién sabe si bajo alguno de esos nombres, tantas veces supuestos, no se encuentra alguna de las vacas sagradas del entretenimiento popular?

Las dos son piezas clásicas de restauración digital de pulps a cargo del maestro Darwination, quien en su afán de alcanzar el más alto grado posible de perfección no se prodiga tanto como quisiéramos. Gracias a él y a todos los que invierten su tiempo y su pericia en la callada tarea de ofrecernos estas maravillas, cuyas páginas recorremos con la misma ilusión que aquellos lectores de entonces. Que disfrutéis.

© Acotaciones, 2010

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miércoles, 7 de abril de 2010

ASTOUNDING STORIES (18-4, 12/1936 V.18 Nº04) y ASTOUNDING SCIENCE FICTION (34-3 11/1944)

Astounding Stories, Diciembre de 1936 (Vol. 18 No. 4)
Restauración digital por Cape

Astounding Stories, Noviembre de 1944 (Vol. 34 No. 3)
Restauración digital por Cape

Presentamos hoy otra de las grandes cabeceras del pulp norteamericano, Astounding Stories, creada en 1930 por William Clayton como competidora de Amazing Stories de Hugo Gernsback y vendida a la Street & Smith en abril de 1933. Su denominación irá variando con el paso del tiempo, pasando a llamarse Astounding Science-Fiction en 1938 y Analog Science Fact and Fiction en 1960. Por esta publicación han pasado muchos de los grandes de la ciencia ficción. Baste decir que en ella publicaron asiduamente Isaac Asimov, Robert Heinlein, A. V. Vanvogt o Theodore Sturgeon quienes contribuyeron a que el periodo que comprende el final de la década de los treinta y la década de los cuarenta haya pasado a ser conocido como la Era Dorada de la Ciencia Ficción.

Como entrada a esta histórica publicación, les propongo dos números correspondientes a épocas diferentes, soberbiamente restaurados por Cape. El primero corresponde a la entrega de diciembre de 1936 e incluye una magnífica novela completa de Warner Van Lorne, World of Purple Light, así como una novelette y varios relatos cortos, entre los que destaca la divertida Frankestein-Unlimited de H.A. Highstone. Las ilustraciones interiores son de gran calidad.

El segundo ejemplar corresponde al número de noviembre de 1944, bajo la cabecera Astounding Science-Fiction. Debo confesar que le he seleccionado única y exclusivamente porque en sus páginas aparece la novela Killdozer, de Theodore Sturgeon, leída hace muchos años en traducción española con el título El bulldozer asesino. En su día me gustó mucho, ahora, como suele ocurrir, me ha entretenido un poco menos. Por cierto, he visto por ahí que también existe una versión cinematográfica de 1974 que no he tenido todavía ocasión de cazar al vuelo.

En fin, espero que se diviertan con estos dos ejemplares de Astounding, con los que seguimos tratando de ofrecer a nuestros lectores un panorama general del gran pulp norteamericano, al tiempo que reivindicamos la restauración digital como un requisito indispensable para la preservación y difusión de la novela popular como parte importante del patrimonio cultural.

© Acotaciones, 2010

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domingo, 4 de abril de 2010

UNA PAREJA DE AMAZING STORIES (17-2, 02/1943 y 24-6, 06/50)

Amazing Stories, Febrero de 1943 (Vol. 17 No. 2)
Restauración digital por Cape

Amazing Stories, Junio de 1950 (Vol. 24 No. 6)
Restauración digital por autor desconocido

Dos maravillas de la admirada Amazing Stories. La primera (scan del amigo Capel) es una entrega gigante de 244 páginas correspondiente al volumen 17 número  2, de febrero de 1943. La cubierta de es de J. Allen St. John, e ilustra la novela de Edgar Rice Burroughs "Skeleton Men from Jupiter", la última de las historias de Barsoom. Los fieles seguidores de John Carter no quedarán descontentos, espero. Además, incluye obras de Stanley G. Weinbaum, Leroy Yerxa, Stanton A. Coblentz, Dwight V. Swain, Tarleton Fiske (Robert Bloch), P. F. Costello (William McGivern) y Henry Jenkins Jr.

La segunda (no conozco al autor del scan) corresponde al volumen 24, número 6, de junio de 1950. Incluye una novelette de Rog Phillips "Godess of the Volcano" y más historias de este y otros autores como Alfred Coppel, P. F. Costello, Robert Moore Williams, Frances M. Deegan, Robert Abernathy, Gerald Vance y el mismísmo August Derleth.

Que las disfruten.

© Acotaciones, 2010

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lunes, 22 de marzo de 2010

NORDHOFF/HALL - REBELIÓN A BORDO

Al incansable buhonero Andrés Porcel,
 vindicador, como yo, de aquellos tiempos
en que leer y soñar eran una misma cosa.
Con gran afecto.

Ch. Nordhoff/James N. Hall - Rebelión a bordo, B. Oro III-35
(Portada de Juan Pablo Bocquet)

Si la venerada y venerable Biblioteca Oro constituía ya a mediados de los años treinta un verdadero éxito de ventas, el olfato editorial de los hermanos Molino no dejó por ello escapar la oportunidad de aprovechar el tirón que el cine comenzaba a ejercer sobre los espectadores hispanos para llevar a sus colecciones algunos de los éxitos del celuloide americano. Esta práctica no era nueva en la casa, ya que desde 1935, Molino explotaba la que era probablemente la mayor y mejor franquicia cinematográfica de aquel tiempo. Me refiero, claro está, a la producción animada de Walt Disney, el ratón Mickey, presentada bajo la cabecera del mismo nombre en forma de cuadernillo grapado donde, junto a las historietas del célebre ratón, aparecían otras como la traducción de Terry and the Pirates de Milton Caniff, Jungle Jim de Alex Raymond o adaptaciones de clásicos de la aventura como Julio Verne, ilustradas por nuestro Emilio Freixas.

Ch. Nordhoff/James N. Hall - Hombres contra el mar, B. Oro III-36 y La isla de Pitcairn, B. Oro III-37 (Portada de Juan Pablo Bocquet)

Pero el título o, mejor dicho, los títulos que traemos hoy a colación son los que conforman la trilogía del Motín de la "Bounty", una obra de Charles Nordhoff y James Norman Hall que obtuvo un éxito extraordinario merced a su adaptación cinematográfica, obra de Frank Lloyd, ganadora del óscar a la mejor película en 1936.


Dos carteles de la película dirigida por Frank Lloyd, ganadora de un óscar en 1936

Charles Laughton, Clark Gable y Franchot Tone encabezaban el elenco de actores de esta gran producción de la Metro Goldwyn Mayer. Previamente, en 1933, Charles Chauvel había realizado una adaptación con el título In the Wake of the Bounty. Con el número III-35 de la serie roja aparecíó en 1936 Rebelión a bordo (Mutiny on the Bounty, Little Brown and Co. , Boston, 1932), primera parte de la obra, a la que seguirían consecutivamente los números III-36, Hombres contra el mar (Men Against the Sea, Little Brown and Co., Boston, 1934) y III-37, La isla de Pitcairn (Pitcairn's Island, Little Brown and Co., Boston, 1934).


Portada y contraportada de la edición de Molino de 1962, ilustrada con fotogramas a color de la versión dirigida por Lewis Milestone, en la que se reunían las tres novelas en un solo volumen

Más tarde, en la década de los cuarenta y cincuenta, los tres títulos aparecerán en diferentes ediciones dentro de la colección Famosas Novelas, de la misma editorial, para regresar en la década de los sesenta, con una espléndida edición de las tres novelas en un solo volumen en tela con sobrecubierta a color (1962), coincidiendo con una vez más con la aparición de una nueva versión cinematográfica de la Metro Goldwyn Mayer dirigida por Lewis Milestone y protagonizada por Marlon Brando, Trevor Howard y Richard Harris.
 


Charles Laughton visto por Bocquet para la edición de Molino en la colección "Famosas Novelas"

Basado, se dice, en hechos reales, el primer volumen relata la singladura de la Bounty por aguas del Pacífico en busca del árbol del pan, y en él se describen los acontecimientos que conducen a la rebelión de una parte del equipaje, liderada por el sobrecargo Fletcher Christian, como consecuencia de la severa aplicación de las leyes del mar por el capitán Bligh.


Bocquet en una poco afortunada portada de Hombres contra el mar para la edición de "Famosas Novelas"

En la segunda entrega se narra la epopeya de los marineros que, junto a Bligh, han de superar la dura prueba de viajar durante meses a bordo de la lancha en la que han sido abandonados por los sublevados.


Nuevamente Bocquet en la portada de la última de las entregas de la trilogía (colección "Famosas Novelas")

El  tercer y último libro cuenta cómo parte de los sediciosos, bajo el mando de Fletcher Christian, termina por establecerse en la isla de Pitcairn junto a los polinesios que viajan con ellos. Allí forman una colonia interracial de la que nada sabrá el mundo hasta que el buque Topaz arribe a sus costas dieciocho años después, para comprobar con estupefacción la existencia de tan extraña comunidad, gobernada por Alexander Smith, último superviviente de los amotinados.


Portada  de la primera edición inglesa de Rebelión a bordo (Little Brown and Co., Boston, 1932)

Sin duda uno de los libros de aventuras más fascinantes que he tenido ocasión de leer, la Trilogía de la Bounty reune en si misma los tres elementos esenciales sobre los que se ha venido construyendo el género desde que comenzara a tomar forma en la obra de los precursores Daniel Defoe y Fenimore Cooper: acción, exotismo y contraposición del bien y del mal. A ellos se añaden arquetipos y contextos propios del género: hombres valientes que abordan desafíos imposibles, caracteres endurecidos por el infortunio y los azares de la vida,  escenarios en que la naturaleza es bella al tiempo que hostil... Están presentes también algunos que la novela de aventuras comparte con otros géneros, como el afloramiento de pasiones desbordadas y la presencia de elementos costumbristas, y faltan otros, como la ciencia y la técnica presentada alternativamente como aliado o enemigo del ser humano. No obstante ello, la Trilogía de la Bounty representa una suerte de culminación del proceso de construcción de un género que, con distintas variantes, fue consolidándose a lo largo del siglo diecinueve para iniciar paulatinamente su declive en el cambio de siglo y dar paso finalmente a un renacimiento vigoroso merced a nuevas formas de expresión artística, apoyadas, en particular, en el cine y la televisión.


Aspecto de la "Bounty" en el filme de 1962, recogida en la edición de Molino. Este barco ha sido utilizado después en varias películas, entre ellas, la conocida "Piratas del Caribe"



Marlon Brando junto a la bella tahitiana Tarita, su tercera esposa, a quien conoció en el rodaje de "El motín del Bounty"