lunes, 4 de mayo de 2009

EXTRAVAGANCIAS DE UN LUNÁTICO: HARRY STEPHEN KEELER

Trabajando en una próxima recopilación de los dos pulps intemporales -en todo el sentido de la palabra- dentro la literatura popular española, "Círculo del Crimen" de Fórum y "Club del Misterio" de Bruguera, me encuentro con la que, según todas las informaciones, es hasta el presente la última edición en castellano de una obra de Harry Stephen Keeler. Se trata de "La cara del hombre de Saturno" ("The Face of the man of Saturn"), una de las extravagancias del algo lunático -¿y también genial?- autor norteamericano. Mi conocimiento de Keeler era limitado y muy lejano en el tiempo, pues se remontaba a la lectura de "Las gafas del señor Cagliostro" (editorial Reus) hace ahora aproximadamente veinte años. Merced a ciertas excursiones por la Red sabía, no obstante, que Keeler llegó a ser un autor muy vendido en su país de origen durante sus primeros años para constituirse en escritor casi marginal a lo largo de los últimos, aunque precisamente en España contara siempre con numerosos aficionados y seguidores. A quien desee saber más sobre Keeler, su vida, su obra y sus particular forma de construir una narración, le aconsejo visite la página de Alberto "Sobórnez" Oyarbide y, si conoce el inglés, no deje de leer el artículo de Leonard Pierce "Madness in his Method. The Unparalleled Universe of Harry Stephen Keeler", texto documentado, ameno y, sobre todo, muy bien escrito.

"La cara del hombre de Saturno" es ciertamente una novela detectivesca aderezada con las personales pinceladas de este singular escritor. Siguiendo su costumbre, las tramas se suceden y entremezclan de manera abrupta, confundiendo a veces al desconcertado lector, pero nunca defraudándole. Esta novela constituye además un ejemplo de metanarración, ya que enjareta en sus páginas (capítulo 12) el relato titulado "La extraña historia del dólar de John Jones", cuya base argumental reside en el disparatado cálculo de lo
que rendiría en el año 2935 un dólar invertido mil años antes, al tres por ciento de interés anual. Dejando de un lado las críticas que quepa hacer a su particular modo de contar una historia, se me antoja que es posible entender la novela como un ejemplo genial de hasta qué extremos se puede llegar en el género detectivesco cuando el autor otorga más importancia a la complejidad de la trama que a la descripción de los ambientes o de la naturaleza física o moral de los personajes. Por otro lado, resulta tentador establecer un análisis comparado de la complejidad como rasgo propio de la literatura de Keeler respecto a ese mismo elemento en la obra de Jacques Futrelle o de S.S. Van Dine . En efecto, como resultado de ello puede llegar a pensarse que las dotes de observación y lo intrincado de los razonamientos de un Van Dusen ("la máquina pensante") o el cerebro ordenado y sutil de un Philo Vance se ven hasta cierto punto caricaturizados en "La cara del hombre de Saturno". Caricaturizado digo, pues la desbordante intuición del periodista Jimmie Kentland se muestra tanto o más eficaz que los alambicados procedimientos de los dos ilustres detectives mencionados, ya que es capaz de moverse como pez en el agua en el disparatado mundo "keeleriano". Un mundo en el que acontecimientos que se verifican ene el Chicago contemporáneo se concatenan con hechos acaecidos años atrás en el África francesa, todo ello oportunamente salpimentado con historias de espionaje, asesinatos, chantajes, robos más o menos audaces y repentinas muertes, que terminan por desembocar en un resultado coherente aunque difícilmente previsible por el lector. Un lector al que poco importa ya quien sea el culpable, pues su gozo está en saborear la frenética sucesión de "sketches" que la obra de Keeler ofrece a cada paso.

¿Obra de un autor extravagante o de un loco genial? Desisto de hacerme esta pregunta, que muchos aficionados plantean. Me conformo con disfrutar del nuevo y, a buen seguro, gratificante reto de conseguir otra novela de Keeler si olvidar alguna de las películas que se rodaron basándose en sus relatos, como "Las noches de Sing Sing". Desideratum: ansío que desde El Desván se nos ilustre pronto sobre este particular. Ya sabe, queda usted emplazado Abuelito...


(Todas las imágenes excepto la de la edición de Fórum han sido tomadas de la web de la Harry Stephen Keeler Society)


© Acotaciones, 2009

sábado, 2 de mayo de 2009

BIBLIOTECA ORO (ESPAÑA - SEGUNDA SERIE, AMARILLA Y AZUL 267-281)

Números 267 al 281

267 W.A./R.F. Barber/Schabelitz - El dibujo acusa al asesino

268 Jud Keller - Grogan y su estrella (AZ)

269 Rex Stout - Sobre mi cadaver

270 Agatha Christie - Pleamares dela vida

271 Jose Da Natividade Gaspar - El misterio de los trece condiscípulos

272 Erle Stanley Gardner - El caso de los dados falsos

273 C.S. Roadway - La casa de la viuda

274 Helen McCloy - La cena de las verdades

275 Sidney Marshall - La dama del coche azul

276 Anne Hocking - Las víctimas juegan

277 Peter Field - Tres forajidos (AZ)

278 J. Lartsinim - El caso de la grafología

279 Amelia Reynolds Long - El misterioso Dr. Devereux

280 Rex Stout - Hebras rojas

281 Jerome Barry - La cuna del gato


















BIBLIOTECA ORO (ESPAÑA - SEGUNDA SERIE, AMARILLA Y AZUL 222-236)

Números 222 al 236


222 C.T. Stoneham - Kaspa, el hombre león (AZ)

223 Erle Stanley Gardner - El caso del retrato falso

224 Rex Stout - La dama del velo

225 Jackson Gregory - El enemigo del sol (AZ)

226 A.A. Fair - Doble o sencillo

227 Clem Yore - Hielo y oro (AZ)

228 Victor Gunn - El inspector Ironsides

229 Max Brand - El secreto del Dr. Kildare

230 Jackson Gregory - Hombres de la montaña (AZ)

231 Erle Stanley Gardner - El fiscal desconcertado

232 Agatha Christie - Trayectoria de boomerang

233 - Mckinlay Kantor - El vagabundo (AZ)

234 A.D. Wintle - La emancipación de Ambrosio

235 Ngaio Marsh - El crimen del ascensor

236 Tex Holt - Rurales de California (AZ)
















BIBLIOTECA ORO (ESPAÑA - SEGUNDA SERIE, AMARILLA Y AZUL 207-221)

Números 207 al 221


207 Wyndham Martyn - La pista de Trent

208 H.A. Livingston Hahn - Hastings y Doug, aventureros (AZ)

209 Max Dalman - La sepultura perdida

210 H. Ashbrook - La cebolla púrpura

211 J.J. Connington - Los 21 indicios

212 J.V. Travesí - Bhâ (AZ)

213 Frank Gruber - Simon Lash detective particular

214 A.A. Fair - La coquetería de Bertha Cool

215 H.A. Livingston Hahn - El Dr. Sibelius (AZ)

216 Augusto de Angelis - El misterio de Cinnecittà

217 George Harmon Coxe - Y la muerte no esperó

218 Agatha Christie - El hombre del traje color castaño

219 David Hume - El coleccionista de criminales

220 James B. Hendrix - Oro del diablo (AZ)

221 Freeman Wills Crofts - La fórmula secreta